Nuestro trabajo nos ocupa muchas horas a lo largo del día, (en ocasiones en exceso).
Nos aporta muchas alegrías haciéndonos sentir útiles y productivos pero, en muchas
ocasiones, pueden darnos momentos de estrés y tensiones varias.
Cada vez somos más conscientes de la importancia que, un equilibrio físico, mental y emocional
tiene para conseguir un bienestar personal. Forma de conseguirlo: ¡Cuidarnos mejor!
Realizar deporte, ya sea al aire libre, o en el gimnasio, practicar yoga, pilates,... es muy habitual ya
en nuestros días. Como, también, recibir masajes. Aunque, aún, hay muchas personas que no los
reciben, por diferentes motivos: falta de tiempo, desconocimiento, vergüenza, precios,…
Una buena forma de hacer llegar el masaje a todas las personas es, ¡llevarlo al trabajo!
Muchas empresas apuestan ya por el Bienestar de sus empleados. Apuestan por hacerlos sentir
más valorados y comprometidos, ofreciéndoles un masaje en el trabajo.
El “Masaje Sentado” tiene su origen en las calles de Nueva York, en los años ‘80. En la época de
los “yuppies” que disponían de muy poco tiempo libre, utilizaban ese tiempo para hacerse masajes
de 10-15’ en plena calle.
La técnica utilizada proviene del Shiatsu japonés. Se realizan presiones en puntos habituales de
dolor para ayudar a la relajación, casi instantánea, del sistema nervioso y ayudar a que dichos
puntos dejen de doler tanto.
Se trabaja toda la espalda, brazos, manos, cuello y cabeza, dando al cliente una sensación de
bienestar que ayudará al mejor rendimiento en el trabajo.
No existe ninguna contraindicación con dicho masaje que no sea la habitual: procesos víricos,
enfermedad grave, etc.
+34 666 462 880